viernes, enero 22

CASINO

Soy un hombre solo, completamente solo en la multitud.
Desde el bar de ginebra hasta las sillas del Bellagio, sentí sonar los violines. Tocaban el réquiem final.
Mi sonrisa se agrietó mientras tiré mi última carta.
Quise comprar una prórroga para mi tren a la puerta negra, pero no me alcanzaron los ases que tenía bajo mi manga.
El guardián del tiempo se mueve rápidamente, no estaré vivo por mucho más. Como Dorian Gray, miro agazapado mi retrato, temiendo que las escorias de mis errores estén pegadas sobre el marco dorado del cuadro. No necesito verlo, para saberlo. Se marchitó mi suerte y no hice nada productivo con ella.
Ahora me arrastro por sucios fumaderos de opio, inhalando y exhalando para olvidarla. A ella y a su cara de póker.
Cuando la luz del amanecer se filtre por la ventana de este antro, estaré muerto a tiros.

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