martes, diciembre 22

HOY

Hoy dormí entre las sombras, sin soñar nada, tratando de no respirar, tratando de vaciar mi mente.

Hoy confesé que uso el dolor para sentirme mejor. Hoy me miré en el espejo, analicé mis heridas, y descubrí que estoy ilesa. Lloré sin control.

Hoy descubrí que nos cuesta mucho dejar atrás el pasado. En Magnolia repetían una y otra vez “el pasado aún no ha acabado con nosotros”. Tenían razón.

Hoy emergiste de nuevo, como el conejo que sale de la galera de un mago. Hoy traté de creerte, traté de absorberte. Imaginé tus ojos llenos de poder y pensé que me habías mentido.

Hoy me arrastré hasta las nubes, buscando desgarrar tu salida. Un intento desesperado de que me mostrases deseo e ignominia.

Hoy respondí a tus señales. Pero de alguna manera, quedé atrapada entre mi orgullo, mis promesas y mis mentiras. Las verdades afloraron antes de que pudiera callarlas. Quise ser genuina, quise ser alguien más.


Hoy corrí como cobarde. Quería seguir adelante, pero quería irme lejos de este lugar.
El miedo y la culpa me corrían por detrás. Y la culpa es un lenguaje que vos no podés entender.

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